Mazorca y consagrado en cuerpo y alma al tremendo fundador de aquella terrible hermandad, contaba las horas por el número de sus crímenes y su brazo, perpetuamente armado del puñal, jamás se bajaba sino para herir. Sueños y realidades: Obras completas de la señora doña Juana Manuela Gorriti - Página 143 por Juana Manuela Gorriti - 1865 Vista completa -
|