À vista de este suceso, y para que no se perdiera lo mucho que allí se habia trabajado, uno de sus PP. conversores, Fr. Joaquin Beltran, fué luego á la ciudad de la Plata, presentóse á la R. Audiencia, y habiéndole manifestado todo lo sucedido, obtuvo licencia de S. A. para que la desamparada mision de la Florida se poblase con los dos capitanes del Pirai y sus soldados que se habian ofrecido, y con cuantos quisiesen voluntariamente agregarse á ella. Con estos indios ya cristianos, y con otros que se fueron juntando, se pobló y formalizó otra vez aquella mision en el mes de Noviembre de 1788, cuyas almas serian entonces trescientas sesenta, poco mas o menos.

Este pueblo, aunque pequeño, està bien formado con mucho desahogo. Desde su principio conservó la iglesia, que entonces se hizo de 32 varas de largo y 13 de ancho, de palos embarrados, muy aseada y proveida de ornamentos y vasos sagrados: pero ahora se acaba de fabricar otra de adobe de 43 varas de largo y 20 de ancho, cubierta de teja. À su lado está la casa habitacion de los PP. conversores bastante capaz, con patio grande, en que hay muchos naranjos dulces, y los cuartos y oficinas necesarias; y por ser el terreno húmedo, tiene una huerta para toda especie de verduras. La plaza está en cuadro; y en ella están la iglesia y casa de los Padres, las escuelas de los muchachos y muchachas, la ramada para los forasteros, y lo demas que en las otras misiones.

El temperamento no es tan malsano como él del Pirai; pero no por esto dejan de cargar el defecto del coto, que heredaron de sus padres. Su robustez, color, traje y costumbres, son las mismas que las del pueblo de su orígen. Todos tienen sus chacras, y cogen los mismos frutos que en el Pirai. Desde su fundacion recibieron el santo bautismo 1227, de los cuales murieron 604; es á saber, 190 adultos y 414 párvulos: debian haber quedado existentes 623; pero con el trastorno pasado se hallan de menos cincuenta y tres. Todos los habitantes en este pueblo renacieron

en las aguas del bautismo, y su número total es de 570 almas; es á saber, de adultos cristianos de nueve años arriba 418, y de párvulos hasta los nueve años 152. No hay gentil alguno. Los matrimonios segun el órden de la santa Iglesia son 27.

À favor de la mision hay plantado un cañaveral de que se sacan mieles, aguardiente y algunas cargas de azúcar de buena calidad. Tiene tambien chacras de maiz, algodon, arvejas y otras legumbres para el socorro del pueblo y para su subsistencia tiene dos estancias de ganado. Algunos particulares tienen tambien algunas vacas y animales, y tendrian mas, si no fuesen tan flojos. Los oficios concejiles y menestrales, enseñanza, administracion de sacramentos, cura de enfermos, y demas cosas políticas y espirituales, son lo mismo que en Pirai. Las escuelas van con formalidad; y los muchachos aprenden suficientemente la música y el canto.

Hablando generalmente de estas cuatro misiones de Pirai, Florida, Cabezas y Abapó, no puede pasarse por alto la fidelidad y prontitud, con que sus indios bien instruidos de sus Padres conversores han servido á su Magestad Católica, siempre que se ha pedido su asistencia para la defensa, no solo de las misiones vecinas de aquella Cordillera, cuando en ellas se ha observado algun movimiento ó peligro, sino tambien de los pueblos del Perú, particularmente en aquel tiempo peligroso de la revolucion y alzamiento de los indios rebeldes de estas provincias. Sus armas no son mas que el arco y flechas, y alguna lanza; pero las manejan con mucha destreza, y con ellas se hacen temibles. Su acometimiento es rápido, y su alarido llena de terror: su osadía intrépida, y la variedad de colores con que pintan ó desfiguran sus rostros los hace formidables. Tales son los Chiriguanos en sus peleas. Habiéndose pues alzado los indios peruanos de estas provincias el año de 1781, fueron de las misiones de Abapó, Cabezas y Pirai (y tambien de los que hoy pueblan la Florida) ciento y ochenta indios á

favorecer á los españoles; y se portaron con tanto valor y lealtad, que el señor D. José Reseguin coronel de dragones, segundo comandante general, y comisionado por el Superior Gobierno de Buenos Aires para la pacificacion de las provincias sublevadas del Perú, en su certificado fecho en la ciudad de la Plata en 26 de Diciembre de 1782 dice, que los indios de las misiones de Pirai, Cabezas y Abapó sirvieron fielmente en la última espedicion de su cargo, dirigida á las montañas y á Choquetanca, á castigar á los indios rebeldes que se habian congregado en ellas, en la que desempeñaron su obligacion con el mayor esmero y fidelidad. Para que así lo cumplieran, fué con ellos de capellan el Padre misionero y conversor de Cabezas Fr. Juan Pizarro, al cual dicho señor comandante general daba las órdenes, para que comunicadas por su conducto fuesen mas bien obedecidas. Algunos murieron en esta espedicion, unos en los reencuentros, y otros con la peste de las viruelas de que muchos fueron tocados: pero todo lo sufrieron constantes por el amor que tenian al rey y á los españoles.

XI.

Fundacion de la mision de nuestra Señora de las Angustias de Centa, y lo que se trabajó en su conservacion.

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L trastornar toda la serranía, que divide el Gran Chaco del Perú, á distancia de noventa leguas de este Colegio hácia el S., y en los 23° 15' de lat., y 315° 45' de long., se fundó la mision de Nra. Sra. de las Angustias de Centa', á peticion de los indios Mataguayos y Vejoses que la componen 1, y por órden y disposicion del gobernador y capitan general de la provincia de Salta, D. Andres Mestre. Fueron destinados para esta obra los PP. misioneros de este nuestro Colegio Fr. Manuel Concha y Fr. José Ocaña, los cuales entraron en ella el dia 13 de Setiembre de 1779 en compañía de D. Gregorio Zegada coronel de milicias, alcalde ordinario de primer voto de la ciudad de Jujúi, gobernador de armas en ella y sus fronteras, y comisionado por el mencionado gobernador Mestre

1 Entre Mataguayos y Vejoses no hay diversidad alguna de fisonomía, idioma y costumbres; no son sino parcialidades de una misma nacion.