Descripcion amena de la Republica argentina ...: Viaje al pais de los araucanos

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Pasajes populares

Página 381 - ... atrevidos, duros en el trabajo y sufridores de fríos mortales, hambres y calores. No ha habido rey jamás que sujetase esta soberbia gente libertada, ni extranjera nación que se jactase de haber dado en sus términos pisada. ni comarcana tierra que se osase mover en contra y levantar espada: siempre fue exenta, indómita, temida, de leyes libre y de cerviz erguida.
Página 344 - A los blancos hizo Dios, A los mulatos San Pedro, A los negros hizo el diablo Para tizón del infierno". Había estao juntando rabia El moreno dende ajuera — En lo escuro le brillaban Los ojos como linterna. Lo conocí retobao, Me acerqué y le dije presto: "Por. ..r... rudo que un hombre sea Nunca se enoja por esto".
Página 181 - Mi querido teniente, contesté yo, poniendo el pió en el estribo, si la Civilización ha exijido que Vds. ganen entorchados persiguiendo la raza y conquistando sus tierras, la ciencia exijo que yo la sirva llevando los cráneos de los indios á los museos y laboratorios. La Barbarie está maldita y no quedarán en el desierto ni los despojos de sus muertos.
Página 62 - Azul y que con gran propiedad ha sido denominado un mar de tierra, pero más tranquilo, con ondulaciones extensas, apenas apreciables, cubierto de gramíneas sabrosas, cuyos blancos penachos, al coronar las lomas, recuerdan la espuma de las olas. ¡He aquí la pampa! Ayer debía ser pavorosa por su soledad, en la cual vagaba la vista sin hallar un punto de socorro, cuando brotaban los indios de su seno como salen los avestruces de sus pajonales.
Página 99 - Camaradas de la división del Sur ! » « No tenemos yerba, no tenemos tabaco, no tenemos pan, ni ropa, « ni recursos, en fin, estamos en la última miseria ; pero tenemos deberes
Página 176 - ... descubre por los troncos las montañas, donde huyendo se fueron deslumhrados los mansos ciervos de los verdes prados . Callaba el bosque ya, callaba el viento, que solo entre los céspedes bullía , y el agua con respeto el claro acento de su voz en sí misma...
Página 371 - By thy affliction, that discri'd thy heart. It is not but the tempest that doth show The Sea-man's cunning; but the field that tries The...
Página 378 - La vitoria tenemos en las manos, Y pasos en la tierra mil seguros, De ciénagas, lagunas y pantanos, Espesos montes ásperos y duros...
Página 378 - Á más correr salí en su seguimiento, Pensando , aunque volaba , de alcanzallo : Mas el viejo, dejando atrás el viento, Me fué forzoso á mi pesar dejallo , Perdiéndole de vista en un instante Sin poderle seguir más adelante.

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