Curación Emocional: Acabar Con el Estrés, la Ansiedad y la Depresión Sin Fármarcos Ni Psicoanálisis

Portada
Kairós, Editorial S.A., 2005 - 304 páginas
Seven natural treatments for stress-related disorders are presented in this guide to help readers move beyond traditional drugs and therapy by tapping into the emotional brain's self-healing processes. This ability to self-treat, rather than fall into a trap of drug prescriptions and therapy, originated with the emotional brain from which instincts, strengths, and innate identity originate. Benefits of alternative treatments such as acupuncture, dawn simulation, heart coherence, and nutrition for anxiety and depression are also documented, as are the reasons that they remain poorly understood and largely excluded from mainstream medicine and psychiatry. El cerebro emocional es la fuente misma de nuestra identidad y de los valores que dan sentido a la vida. Se presenta en este libro un nuevo método que utiliza el cerebro emocional como medicina, sin medicamentos ni psicoterapias interminables. Presentados son siete métodos de curación particularmente eficaces, algunos de ellos totalmente desconocidos por el público en general: integración neuroemocional mediante movimientos oculares, regularización del ritmo cardíaco para controlar las emociones, sincronización de los relojes biológicos, acupuntura, ejercicio físico, aportación de ácidos grasos omega-3 y técnicas de comunicación afectiva.

Acerca del autor (2005)

David Servan-Schreiber is a clinical professor of psychiatry at the University of Pittsburgh School of Medicine and cofounder of the Center for Complementary Medicine at the University of Pittsburgh Medical Center. He is a cofounder of Doctors Without Borders and has spent 20 years practicing as a doctor and researching neurocognitive sciences. David Servan-Schreiber tras haber ejercido la medicina y la psiquiatría, David Servan-Schreiber (1961-2011) se volcó en la investigación fundamental de las neurociencias cognitivas. Después regresó a la práctica clínica, pero sin abandonar sus estudios acerca de la neurobiología de las emociones. Durante veinte años residió en Norteamérica, donde fundó y dirigió el Centro de medicina complementaria de la universidad de Pittsburgh. Fue columnista en prestigiosos medios de comunicación y trabajó como voluntario en varios países, como Guatemala, Kosovo y la India.

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