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te el Señor Affemanni, y yo nos aprovechamos de la ocafion, para hacerles algunas preguntas capaces de inquietarlos fobre fu creencia. Entre otras cofas les preguntamos, fi no confervaban en el cora zon, y con el mayor refpeto la Fè de fus Padres 'Pablo, y Antonio, de quienes eran fucceffores? Si no tenian à mucha honra fer hijos de la Iglefia de Jefu Chrifto? Si no reconocian, que la Iglefia era fu cuer po myftico, cuya Cabeza es fu Vicario, y los Fieles fus miembros ? Aeftas preguntas nos refpondieron lo que yà haviapros oido de otros Cifmaticos, que la Iglefia era la Virgen Santifsima: el Evangelio el Santo Sepulcro y la Jerufalem Celestial los Sacramen tos, Obispos, y Doctores de fu Nacion

Tal es la ignorancia de eftos pobres Hermita ños; pero lo que mas laftima nos daba era, que juntaban con fu ignorancia una grande obftina cion, y prefumpcion de si mifmos, fundada fobre la afpereza, y aufteridad de fu vida. En efecto mortifican fu cuerpo con ayunos continuos, y penofas fatigas, fin interrumpirlas fino para cantar Pfalmos. Duermen fobre el duro fuelo: no comen mas que legumbres mal guifadas: rara vez beben vino, y guardan un rigurofo filencio, y un perpetuo retiro, y abftraccion. Deplorable eftado del Cifmatico, que alimenta fu fobervia con falfas, y aparentes virtudes: la fimplicidad, la humildad, y la docilidad que nos pide el Evangelio, no fe hallan fino en el verdadero Catholico.

Eftando en el Monafterio la Vigilia de Pentecof tès. , que cayò efte año en el ultimo dia de Mayo, dieron los Monjes principio à los Oficios del dia figuiente, rezando Vifperas y Maytines à media no

ches

mo dia

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che y celebraron la Miffa al romper el Alba ; y luego con otras varias Oraciones los Coptos,à imitacion de cafi todos los Chriftianos del Levante, concluyeron el tiempo Pafqual. Defpues de Nona del mifhicieron la overtura de una ceremonia, que llaman de las Profternaciones. Comienza con largas, y devotas Oraciones, y à cada instante se poftran en el fuelo, implorando la Mifericordia Divina, En fu lengua llaman à efta ceremonia Aidelsejonds que quiere decir, Fiefta de las Adoraciones, ò Profternaciones: llamanla tambien Aidel Anfera, Fiesta del Origen, para fignificar el nacimiento del Christianisino en el dia de Pentecoftès, y el principio de la predicacion del'Evangelio.'

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La Iglefia, en que celebran, y hacen todas fus ceremonias, tiene a lo mas treinta pies de largo, y menos de ancho. Como eftà labrada en la mifma Roca, no tiene mas luz,que la que recibe de una pequeña media Naranja. Sus paredes defde la bobeda hafta abaxo estàn cubiertas de una pintura tofca, que reprefenta algunas Hiftorias de la Sagrada Efcriptura: y no fe defcuidò el pintor de pintar los dos Tygres, que abrieron la foffa, en que San Antonio depofitò el cuerpo de San Pablo primer Hermitaño. El Monje, Autor de las referidas pinturas, me dixo, que nunca havia aprendido à pintar, y fin dificultad fe le podia creer. Le preguntamos de donde havia façado todos aquellos diferentes colores, y nos refpondiò, que de la tierra de las colinas vecinas.

Acabadas las Oraciones, y Ceremonias de la Fiefta, nos defpedimos del Superior, y de los Religiofos, y caminamos àzia la orilla del Mar, adonde nos efperaban los Camelleros. Tomamos algun

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tiempo

tiempo el Señor Affemanni, y yo para obfervar el Mar Roxo. Tiene fu fluxo, y refluxo regular dos veces al dia, como el Oceano; bien que no fe comunican los dos Mares fi no por un paffo muy eftrecho, llamado por los Arabes Bab-el-mandel. Y como la madre del Mar Roxo no es de mucha anchura, no es grande fu fluxo, y refluxo; pero en los Novilunios, y Plenilunios, y àzia los Equinoc cios, crece confiderablemente la marèa.

El dia 11. de Junio de 1716. y en el dia 11 de la Luna, estabamos en la Costa Occidental del Mar, à veinte leguas del Monte Synal, y à veintė y cinco del fondo del Golfo cercano à Sues. Obfervamos, que las aguas defde las feis de la tarde hafta media noche, havian fubido la vifpera del mencionado dia ciento y diez paffos, y retiradofe otro tanto defde media noche hafta las feis de la mañana. Quando haciamos nueftras obfervaciones, estabamos muy divertidos con las agradables riberas del Mar, y fentimos perderlas de vista por bolver al Convento de San Antonio, para donde havia el Padre Synnodio tomado la delantera. Llegamos allà antes de ponerfe el Sol, y el Padre, à quien haviamos medio convertido con nueftras converfaciones, nos recibiò con mas agrado que la primera vez, que llegamos à fu Monasterio.

El dia figuiente le pedimos, que nos conduxeffe à la Cueva de San Antonio para decir allì Miffa ,y de buena gana vino en ello. Eftà la Cueva apartada del Convento como una milla, y cafi en el centro del Monte Colzim. Cargamos muy de mañana con nucftros ornamentos de Altar, y el #Padre Synnodio se encargò del vino para las Miffas.

No es el camino comodo, y tuvimos que atravelfar por un foffo grande, y humedo, lleno de palmas, juncos, y plantas fylveftres. Trepamos defpues por unas rocas, que tienen tanto de piedra, como de talco, que es muy comun en Egypto. Azia la mitad de la Montaña hizimos alto fobre las ruinas de la celda del Bienaventurado Pablo el Simple, à quien podemos llamar el Thaumaturgo del Defierto. Emblabale San Antonio los endemoniados, y enfermos que no podia fanar, y concedia Dios à las Oraciones del Difcipulo humilde, y fencillo, lo que negaba à la fantidad eminente del Maestro.

Defpues de muchos rodeos, y fatigas, llegamos à la Gruta, à Cueva, donde el gloriofo Padre de los Anacoretas havia ofrecido à Dios un facri ficio continuo de fu vida, con la efperanza de poder nofotros ofrecer allì el Santo Sacrificio del Altar. Formò la naturaleza en lo interior de una roca la Santa Cueva. En ella fe entra por una abertura de diez, ò doce pies de alto, y como tres de ancho. Es un hueco fombrio, y eftrecho, que à lo mas tendrà como doce paffos de profundo; y apenas puede en ella tenderfe un hombre para tomar algun defcanfo. A un lado de la Gruta hay una especie de grada, y fubiendo fobre ella, puede uno apoyar los brazos fobre una piedra que fobrefale, y firve de reclinatorio. Mira la grada àzia Oriente, y fegun la tradiccion, fervia de Oratorio al Santo, que en pie paffaba los dias enteros, y gran parte de las noches en Oracion. Yà nos difponiamos à celebrar en efte lugar de tanto retiro, y devo cion, quando me diò el Padre Synnodio el vino

que

que havia traido. Sufpendieronme fu color, y olor, y le preguntè què vino era aquèl? y me di xo, que era de Abareke. Què vino me dàs ? le repliquè yo: Effe no es à propofito para celebrar el Santo Sacrificio de la Missa. En efecto, el pretendido vino no es mas que un extracto, que facan los Coptos de las paffas fecas, que les traen de Grecia, y que mojan en agua, para extraher el vino, llamado Abareke, , que en lengua Arabiga fignifica Bendi

cion.

Replicò el buen Padre Synnodio, que era mas dulce que los otros vinos, y que èl no gaftaba otro para el Altar. Yo me contentè por entonces. con decirle, que no podia fer materia fuficiente para el Sacramento. Hicimos allì Oracion, y ba xamos del Monte como Abraham, fin haver confumado el Sacrificio, que queriamos ofrecer al Señor. Nos hizo obfervar el Padre Synnodio dos Grutas fuperiores à la de San Antonio, y diftantes de ella como cinco, ò feis toefas, tan efcarpadas, y de tan mala fituacion, que ninguno quifo expo nerfe al peligro de fubir à ellas. Dicen, que grande frequencia fe retiraba allì el Santo, hu yendo de los que de muy lexos venian à conful

tarle.

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con

Baxando de la Montaña, cogimos várias yer vas curiofas, como sèn, que tiene las hojas peque ñas como el de Arabia, y infinitas flores blanquecinas, que encierran en sì una femilla negra, delicada: acederas fylveftres con hojas redondas, y flores encarnadas, las quales probamos, y nos parecieron de buen gufto: Alcaparrales, cuya fru ta no cede en tamaño a los mayores datiles: maà

de

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