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frialdad : Vueftra Religion no eftà en nueftros Li bros es una Religion Eftrangera: hay algo bueno fuera de la China, y alguna verdad, que no hayan conocido nueftros Letrådos?

Nos preguntan muchas veces fi hay Ciudades, Lugares, y cafas en Europa. Tuve un dia el gufto de fer teftigo de fu admiracion, à la vista de un Mappa Mundi. Nueve, ò diez Letrados me ha vian pedido que fe lo moftraffe, y por largo tiempo bufcaron en èl à la China: en fin, tomaron por fu Paìs uno de los dos Hemispherios, que contiene Europa, Africa, y Afia. La America les parecia demasiadamente grande para lo reftante del Univerfo. Los dexè por algun tiempo en fu error, hafta que uno de ellos me preguntò la explicacion de las letras, y. nombres que estaban en el Mapa. Ved allì, le dixe, la Europa, Africa, y Afia. En la Afia, ved aquì la Perfia, las Indias, la Tartaria. Adònde eftà, pues, la China? exclamaron todos: En effe pequeño rincon de la tierra, les refpondì, y effos fon fus limites. Me faltan exprefsiones para fignificar fu pafmo : se miraban unos à otros, y fe decian eftas palabras Chinas: Ciaotekin; lo que quiere decir , muy pequeña

es.

Aunque muy diftantes de llegar à la perfeccion en que eftàn los Artes, y Ciencias en Europa, nunca fe ganarà fobre ellos, que hagan algo à ta manera de Europa. Ha fido neceffaria la autoridad del Emperador, para obligar à los Arquitectos Chinos de fabricar, fegun un Plàn Europeo, la Iglesia que tenemos en Palacio y que un Man

da

darin fueffe Intendente, para que fe executaffen las ordenes de fu Mageftad.

Sus Navios fon mal conftruidos: admiran la hechura de los nueftros; mas quando los exhortamos à que los imiten, fe pafman que fe les proponga tal cofa. Afsi fe conftruyen en la China, nos refponden; y les replicamos, que nada valen. No importa, nos dicen, bafta que fea fabrica del Imperio, y fuera delito hacer en ella la mas minima mudanza.

En quanto à la Lengua del Paìsi, puedo affegurar à V. R. que puramente por Dios fe puede tomar el trabajo de aprenderla. Cinco mefes hà, que gafto ocho horas cada dia en efcrivir Diccio narios: lleguè en fin con efte trabajo à faberla leer, y quince dias hà que tengo un Letrado, con quien paffo tres horas por la mañana, y otras tres por la tarde, examinando los caractères Chinos, y des letreandolos como un niño. El Alphabeto de efte Pals tiene cerca de quarenta y cinco mil letras, ha blo de las que eftàn en ufo; porque en todo lleà fefenta mil. Conozco las baftantes para pregan dicar, catequizar, y confeffar.

La converfion de los Grandes, y principalmen te de los Mandarines, es cofa muy ardua. Como por la mayor parte viven de exacciones, è injufticias, y que por otra parte pueden tener tantas mugeres, como pueden mantener no les es facil romper tantas cadenas. Un folo exemplo fers virà de prueba.

,

Quarenta y cinco años hà, que un Mandarin tu vo amiftad con el Padre Adan Schaal, Jefuìta Ba

varo. Havia hecho lo pofsible efte Mifsionero påra convertirle ; pero rodo fuè en vano. En fin, eftando el Mandarin para ir à una Provincia à donde le embiaba la Corte, le diò el Padre algunos Libros de nueftra Religion : los recibiò meramen te por cortesia ; porque lexos de leerlos, fe entregò, mas que nunca, à los Bonzos, ò Sacerdotes Idolatras. Hofpedò algunos de ellos en fu cafa: de fus Libros compufo una Bibliotheca, y con estas lecturas procurò borrar enteramente la impression, que havian hecho en fu animo las converfaciones del Missionero. Logrò fu intento; pero haviendo caìdo malo quarenta años defpues, fe acordò de lo que tantas veces le havia dicho el Padre. Hizo que le traxeffen los Libros, que le havia regalado: los leyò, y movido de Dios, pidiò el Bautismo. Quifo por si mifmo inftruìr à toda fu familia antes de fer bautizado. Comenzò por las Concubinas, à quienes enfeñò los Myfteriosde la Religion, feñalando una pension à cada una, para que pudieffen vivir chriftianamente lo demàs de fus dias. Catequizò defpues à todos fus hijos, y recibiò el Santo Bautismo. Defde que estoy aquì, he tenido el confuelo de vèr bautizar à las mugeres, y à los nietos, hijos de dos hijos fu

yos.

La ufura, que reyna entre los Chinos, es otro obftaculo muy grande. Quando fe les avifa, que antes de fer bautizados deben reftituir los bienes mal adquiridos, y por configuiente empobrecer en un dia toda fu familia, no me negarà V.R. que es menester un gran milagro de la gracia, para traerlos à efte punto. Y afsi, por lo comun, es

ef

elto lo que les detiene en las tinieblas de la infi-1 delidad. Tengo de ello un exemplo muy recien te, y muy trifte.

Un Mercader rico me vino à vèr, y me pidiù, el Bautismo. Le preguntè, què motivo tenia para hacerse Chriftiano? Y me refpondiò, que fu muger havia fido bautizada el año antecedente, y defde, entonces havia vivido muy fantamente. Pocos dias: antes de su muerte me llamò à parte (profiguiò el Mercader) y me dixo, que tal dia, y hora havia de morir, y que Dios fe lo havia dado à cono¬ cer, para darme una prueba de la verdad de fu Religion. Muriò en efecto en la hora, y del modo que lo havia dicho: portanto, no pudiendo yà refiftir à la fuplica, que me hizo al tiempo de morir, de que me convirtieffe, vengo con efte animo à pediros el Santo Bautifmo. Tan buenas difpoficiones, parecian affegurarme, que dentro de pocos dias tendrìa la dicha de bautizarle ; mas presto fe defvanecieron fus buenos intentos. Luego que en la inftruccion lleguè à tocar el articulo del bien ageno, y que le hice vèr la indifpenfable neceffidad de reftituirlo, empezò à titubear, y en fin me declarò, que no podia refolverse.

No hallan los Chinos menos dificultad para el Christianismo en la corrupcion, y defreglamento de fus coftumbres: con tal que lo exterior pareze ca bien regladò, no tienen embarazo de abandonarfe em fecreto à los pecados mas vergonzofos. Quince dias hà, que me vino un Bonzo à pedir, que le catequizaffe. Tenia al parecer, la mejor voluntad del mundo, y nada le havia de coftar, fegun decia pero apenas le havia explicado

la

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la pureză, que pide Dios à un Christiano: àpe nas le havia dicho que fu Ley es tan fanta, que prohibe el menor penfamiento, y el menor defeo contrario à esta virtud, quando me refpondiò: Siendo effo afsi i no penfemos mas en ello! Y con effo, aun eftando convencido de la ver◄ dad de nueftra fanta Religion, no quiso abrazarla.

Ahora referirè à V.R. algunas costumbres, y etiquetas de las Damas de la China, que parecen cerrarles todos los caminos para fu converfion. Nunca falen de cafa', ni reciben vifita alguna de hombre. Es maxima fundamental en todo el Imperio, que jamás debe parecer en publico la muger, ni mezclarfe en negocios externos. Mas, para ponerlas en la precision de guardar mejor esta maxima, han fabido persuadirles, que la hermofura confifte, no en las facciones de la cara, fino en la pequeñèz de los pies: de manera, que fu primer cuidado es quitarse à sì mismas la facultad de andar. Un niño de un mes tiene el pie mas grande, que una feñora de quarenta años de edad.

De aqui proviene, que los Mifsioneros no pue 'den inftruir, ni por sì mifmos, ni por fus Catequiftas, à las Señoras Chinas. Es preciso convertir antes al marido, para que efte enfeñe à fu muger, ò dè licencia à alguna buena Christiana, para ir à fu quarto à explicarla los Myfterios de la Religion.

Por otra parte, estando convertidas; no pueden hallarfe en la Iglefia con los hombres. Lo que hafta ahora fe ha podido alcanzar, es, que fe jun

ten

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