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pecho con dos cortaduras la feñal de la Cruz, diciendola : Toma, aì tienes la Cruz, que tanto eftimas, y por la qual no quififtes feguirme, quana do tomè el trabajo de irte à buscar. Te doy las gracias, hermaao mio, le refpondiò Francifca: podia perder la Cruz , que tù me has quitado; ,, pero la que tù me regalas, no la perderè fino ,, con la vida..

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Profiguiò hablando con fus paysanas de los Myfterios de la Fè, y hablò de ellos con una eficacia, y un efpiritu muy fuperior à fu alcance,, y talentos, y acabò.diciendo: Por horrorofos, que ,, fean los tormentos, à que me teneis deftinada, ,, no tengais mi fuerte por digna de laftima: vo

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fotros sì, que mereceis compafsion, y llanto, pues , el fuego que haveis encendido para atormentar,, me,durarà à lo mas algunas horas; pero el que , os eftà prevenido en los. Infiernos, nunca ten-drà fin.. Podeis no obftante evitarlo: feguid. mi: » exemplo, haceos Chriftianos, vivid fegun las reglas, y preceptos de Ley tan fanta, y os libra,, rèis de las llamas eternas. Por lo demàs, os: declaro, que no desco mal alguno à los que eftais aqui promptos para quitarme la vida. No folamente as perdono mi muerte; pero tambien. pido. al Soberano Señor de la vida, y de la muer,, te, que os abra los ojos, para que conozcais la verdad que os mueva el corazon, y os dè la ,, gracia de convertiros, y morir Chriftianos como ,, ya..

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Eftas palabras de Francifca, lexos de ablandar unos, corazones tan barbaros, aumentaron fu furor. Tres noches feguidas la paffearon por todas las

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cabañas, para que fueffe juguete del brutal Populacho. Al quarto dia la ataron à una eftaça para quemarla. Aplicaronle tizones encendidos por todo el cuerpo, y cañones de fufil hechos afcua. Durò muchas horas el fuplicio, fin que dieffe ni un fufpiro. Tenia los ojos clavados en el Ciela, y parecia fer infenfible à tan agudos dolores. El Señor de San Miguel, que tiene el Señorio de la Cofta de fu nombre, estaba entonces cautivo, en Onnontague, y fe efcapò como por milagro de las manos de los Iroques, como una hora antes: del tiempo, que havian feñalado para quemarle: nos contò todas eftas circunftancias, de que havia fido teftigo. La curiofidad atraìa al rededor de èl à todos los vecinos de Mont-Real, y la narracion fencilla de lo que havia vifto, hacia derramar copiofas lagrimas à todos fus oyentes. No se canfaban de oìrle hablar de un valor tan esforzado, y milagrofo..

Ha viendofe los Iroquefes divertido largo tiempo en quemar lentamente algun cautivo, le pelan la cabeza, le arrancan los cabellos, le cubren la cabeza de re fcoldo, y le defatan de la eftaca. He-cho efto, mudan de diverfion, haciendole correr,, figuiendole con efpantofos alharidos, y ariojan-dole muchas piedras. Afsi fe portaron con Fran cifca. El mencionado Cavallero nos contò que al vèr efte efpectaculo, fe le eftremeciò todo el cuerpo; pero un inftante defpues fe enterneciò, y derramo muchas lagrimas, viendo à la virtuofa Neo-phyta ponerle de rodillas, levantar los ojos al Cielo, y ofrecer à Dios el facrificio de los ultimos fufpiros, que le quedaban de vida. En un mor

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mento fe viò oprimida de una nube de piedras, que echaron fobre ella los Iroques, y muriò como havia vivido en el exercicio de la oracion, y en la eftrecha union con fu Dios, y Señor. Otra tercera victima de la Mifsion del Salto, fuè el año figuiente facrificada por el furor de los Iroques. Su fexo, fus pocos años, y los excessivos tormentos que padeciò, hacen memorable fu conftancia. Se llamaba Margarita Garongouas: era de veinte y quatro años de edad, natural de Onnontague, y havia fido bautizada de edad de trece. Se casò poco defpues, y Dios bendixo fu Matrimonio dandole quatro hijos, à quienes criaba con gran defvelo en la piedad, y devocion. El mas niño eftaba todavia mamando, y le tenia en los brazos quando la cautivaron.

En el otoño de 1693. haviendo ido à vèr su heredad fituada à un quarto de legua del Caftillo, cayò en manos de dos Selvages de fu mifmo Lugar, y Pais, y es probable, que eran parientes fuyos. La alegria, que havia caufado en Onnontague la prefa de los dos primeros Chriftianos del Salto, perfuadiò à los dos Selvages, que la nueva cautiva les grange aria grandes aplaufos, y afsi con toda diligencia la llevaron à fu Lugar.

Al primer rumor de fu llegada, falieron todos los Selvages à fu encuentro, y fueron à es-perarla fobre una eminencia por donde havia de paffar. Un nuevo furor fe apoderò de todos los corazones, y lo mifmo fuè llegar Margarita à fu vifta, que la recibieron con gritos horrorofos, y llegando à la colina, fuè embestida de mas de quatrocientos Barbaros. Le quitaron defde luego el

niño, la defpojaron de fus veftidos, y luego con grande tropelia le dieron tantas cuchilladas, que todo fu cuerpo parecia una fola herida. Un Francès, teftigo de tan terrible efpectaculo, tenia por manifiesto milagro, que no huvieffe quedado muerta. Le viò Margarita, y le llamò por fu nombre, y le dixo:,, Bien veis, qual es mi fuerte: me quedan pocos inftantes de vida: bendito fea Dios por ello. No temo la muerte por cruel que fea, mas ,, merecen mis pecados. Rogad al Señor, que me ,, los perdone, y me dè fuerzas para padecer. Hablaba en alta vcz, y en fu lengua. Estaban todos paímados de vèr, que en el trifte estado à que estaba reducida, tuvicffe tanta presencia de ani◄ mo, y esfuerzo.

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La llevaron por poco tiempo à la cabaña de una Francefa vecina de Mont-Real, que fe hallaba tambien cautiva. Valiòfe la buena muger de efta ocafion para animar à Margarita, y exortarla à fufrir con paciencia un tormento paffagero, en vifta, y esperanza del premio eterno con que ferìa coronada. Le diò Margarita muchas gracias por fus caritativos confejos, y repitiò en fu presencia lo que antes havia dicho, que no tenia miedo à la muerte, y que la recibia de la recibia de muy buena gana. Añadiò luego, que defde fu Bautifmo havia fiempre pedido à Dios la gracia de padecer por fu amor, y que viendo fu cuerpo tan llagado, no dudaba que Dios huvieffe oido fu oracion : que morìa contenta, y que ningun mal defeaba à fus parientes, y paysanos, que fe hacian fus verdugos: antes bien, que pedia à Dios, que les perdonaffe fu delito, y les hicieffe la gracia de convertirse à la

Fè.

Fè. Es cofa notable, que los tres Neophytos, de quienes he hablado, hayan rogado en la hora de fu muerte por la falvacion de fus crueles verdugos: es prueba muy clara de la caridad, que reyna en la Mifsion del Salto.

Converfaban entre sì las dos Cautivas de las verdades eternas, y de la felicidad de los Santos en el Cielo, quando vino una tropa de Selvages à buscar à Margarita, v llevarla à la hoguera. No tuvieron atencion à fus pocos años, à su sexo, à su patria, ni à la ventaja, que tenia de fer hija de uno de los principales del Lugar, à quien miraban como à fu Gefe, y en cuyo nombre fe trataban todos los negocios de la Nacion. Todo efto huviera fin duda falvado la vida à qualquie ra, que no fueffe Chriftiana de la Mission del Salto.

Fuè, pues, atada Margarita à la eftaca, y quemada por todo el cuerpo con una crueldad, que no fe puede facilmente explicar. Padecia el largo, y terrible fuplicio, fin dar feñal de dolor. Se le oia invocar los Santos Nombres de Jefus, Maria, y Joseph, y pedirles fuerzas en tan horrorofo combate, hafta perficionar fu facrificio. Pedia de quando en quando una gota de agua; pero haciendo reflexion, rogò que fe la negaffen, fi acafo la bolvia à pedir, diciendo: Mi Salvador, muriendo por mi en la Cruz, tuvo fed: razon es, que yo pai dezca la mifma incomodidad. La atormentaron los Iroques defde medio dia hafta puesto el Sol, y impacientes de verla dar el ultimo fufpiro, antes que la noche los precisaffe à retirarfe, la defataron del palo, le arrancaron los cabellos, cubrieron la ca

beza

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