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cia de las efpecies de aquellas hermɔfuras eternas que han visto, quando hallan en la tierra obje tos que les parecen cumplidamente, fe rebuelven las efpecies de aquellas hermofuras, y les caufan los tranfportes, que algunas veces llegan à fer extafis. Los Platonicos eftan de tal modo encaprichados de efta idèa, que piensan que no fe pueden explicar aquellas violentas, y repentinas paffiones, que arrebatan el alma à la primera vista del objeto.

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Bien sè, que algunos difcipulos de Platon, para juftificar à fu Maeftro, dicen, que folamente enfeñò, que criò Dios las almas, y las uniò à los cuerpos para la perfeccion del Univerfo, y no por culpas, que huvieffen cometido eftando unidas à los Aftros. Pero en las Obras de efte Philofopho fe hallan textos tan formales de lo contrario, que debemos, à mi parecer, eftàr à la doctrina, , que acabo de referir.

Se halla la misma doctrina fembrada en las obras de los Indios, principalmente por lo que mira à los Rajas, que defpues de los Bramenes forman la primera Cafta. Son muchas las Caftas de los Rajas, fubordinadas las unas à las otras, y fe reunen en dos Ramas principales. La primera es de aquellos, que han falido del Sol : quiero decir, cuyas almas vivian antes en el mismo cuerpo del Sol; ò fegun algunos, hacian una de fus partes luminofas. Efta fe llama Chouria-l'ankcbam, esto es, Caf ta del Sol. Dicen lo mifmo de la fegunda Cafta,à la qual llaman Somma-Vankcham, ò Cafta de la Lu-, na: y preguntados de donde vienen las almas de las otras Caftas, refponden, que de los Al

tros.

tros. Su prueba decifiva fon aquellas rafagas de luz, que parecen de noche, quando eftà encendido el ayre; porque imaginan que fon almas, que caen de los Aftros, ò del Chorkam, uno de fus Paraifos. Perfuaden los Bramenes al Pueblo, que esta luz, ò eftas almas, que caen del Cielo, llegando à parar fobre las yervas, entran en el cuerpo de las bacas, y ovejas que las pacen, y anìman animan à las terneras, y corderos. Si caen bre alguna fruta mordida por una muger preñada, dicen que anima al niño, que lleva en fu feno.

En fin, los Indios, y los Platonicos afirman, que difguftandofe eftas almas de fus primeras delicias, y llevadas de un vehemente defeo de animar cuerpos materiales, vienen efectivamente à pofar en ellos, y alli quedan hafta que fe purifiquen, y merezcan bolver al lugar de donde havian falido; pero fi contraen nuevas manchas, fon condenadas al Infierno, de donde no faldràn hasta pas¬ fado un tiempo casi infinito.

El paffo de las almas à cuerpos mas, ò menos perfectos, à proporcion de la virtud, ò vicios, que han practicado, no fe hace por acafo, fino con orden , y à medida de los diferentes grados por donde fuben, ò baxan, para fer premiadas, ò caftigadas. Lo enfeña Platon, fiel difcipulo de Pythagoras, en fu Timeo, en fu ultimo Libro de la Republica, y en fu Phedro, donde.. explica del modo figuiente el orden de las tranfmigraciones. Primeramente: fi el alma ha visto muchas perfecciones en Dios, y defcubierto mu chas verdades en efta efpecie de vifion Beatifica, entra en el cuerpo de un Philofopho, ò de un

Sa

Sabio, que halla fus delicias en la contemplacion. En fegundo lugar, anima el cuerpo de un Rey, ò de un gran Principe. El tercer orden es paflar al cuerpo de un Magiftrado, ò hacerfe Gefe de una poderofa familia. Quarto, anima el cuerpo de un Medico. Quinto, entra en el cuerpo de un hombre, cuyo empleo es cuidar del culto de los Dioles. Sexto, palla al cuerpo de un Poeta. Septimo, al de un Artiace, ò Labrador. Octavo, informa el cuerpo de un Sophifta; y en fin, el de un Tyrano.

Afsi, con poca, ò ninguna diferencia, ordenan los. Indios la tranfmigracion: bien que no admiten mas de quatro Caftas principales, reconocen no obftante otras muchas fubalternas comprehendidas en cada una de las quatro Caftas fundamentales. Por tanto, quando baxan las almas inmediatamente del Cielo, entran: primero, en el cuerpo de los Bramenes, que fon fus Sabios, y fus Philofophos. Segundo, paffan à los cuerpos de los Reyes, y de los Principes. Tercero, à los cuerpos de los Magiftrados, ò Intendentes de las Provincias, que fon de la Cafta de los Choutres: y en fin, à los cuerpos de las Caftas mas viles. , y defpreciables, de donde tambien pueden fubir conforme fe purifican. Oi decir à un Bramen muy hàbil , que havia leido en un Libro antiguo, que on ciertas ocafiones debian las almas paffar mil veces à diferentes cuerpos, antes de fer unidas al Sol, del qual llegan à fer otros tantos rayos. Un Poeta Indio, queriendo explicar con claridad el modo con que baxan fiempre las almas à unos cuerpos menos perfectos. los, unos que los otros,

quan

quando no figuen las luces de la razon, las compara à la baxada del Rio Ganges. Efte Rio, dice, cayò al principio de lo alto de los Cielos dentro del Chorkam, de aqui fobre la cabeza de Iffuren, luego fobre la famola montaña de Yma ; defde aqui fobre la Tierra, de la Tierra al Mar, defde el Mar al Padalam, esto es, al Infierno.

Explican tambien los Chaldcos, de un modo no menos ridiculo, efta baxada, y fubida de las almas. Afirman, que tienen alas, las quales fe fortifican conforme exercen la virtud, y fe debilitan conforme fe entregan à los vicios. Tiene el pecado la eficacia de cortar las alas, y obligar à las almas à baxar. Quando fe buelven à la virtud, crecen las alas, fe hacen fuertes, y levantan las almas al Cielo.

Platon dice lo mismo, que quando las almas, mudando de habitacion, no fe levantan à un grado mas alto, es, porque fus alas no fon baftante. fuertes. Si fe pregunta à los Platonicos, quanto tiempo es men efter para que cobren las almas fus alas quebradas por el pecado, refponden, que los pecadores han menester à lo menos diez mil años; pero que à los Juftos, que han vivido tres veces en fencillèz, è inocencia, les baftan tres mil años. Qui fimplicitèr, & fine dolo philofopbatus eft, buic,fiter ad eum vixerit modum, ter milleni fufficient anni.

Parece que los Platonicos decian efto en un fentido alegorico; pero no afsi los Indios, que entienden al pie de la letra lo que han oìdo de las alas. Las dan aùn à las montañas, las quales antiguamente, fegun ellos, fe hicieron tan infolen

tes,

tes, que fe ponian delante de las Ciudades para cubrirlas. Devendiren las perfiguiò con una efpada de Diamantes, y alcanzando el grueffo del exercito de eftas montañas fugitivas, les cortò las alas de aqui nace aquella cadena de montañas, que dividen las Indias en dos partes. Las otras que fe havian feparado del Exercito, cayeron en fu derrota por aquì, y por allì, como se vèn aun oy dia: las que cayeron en el Mar, formaron las Islas que vemos. Todas ellas, en la opinion de nucftros Indios, eftàn animadas, y tienen hijos, no peñafcos folamente, fino tambien Diofes, y Dio fas.

En fin, Señor, no eftarian enteramente degra 'dadas de toda honra las almas, fi no eftuvieran def tinadas à animar mas que cuerpos humanos ; pero que la Philofophia Platonica las haya envilecido hafta animar cuerpos de beftias, no parecerìa creible, fi no eftuviera fembrada en varias partes de las obras de Platon efta doctrina tan disparatada. Refiere San Agustin efta doctrina en el libro treinta de la Ciudad de Dios, por eftas palabras: Platonem animas hominum poft mortem revolvi ufque ad corpora beftiarum fcripfiffe certifsimum eft. Quando quifieron los Platonicos enmendar à fu Maestro, como lo intentò Porphyrio, alegaron razones que nada prueban, ò prueban que animan las almas igualmente los cuerpos de las beftias, y los de los hombres.

Tal es el fyftema de Platon. Todas las almas, exceptuando las de algunos Philofophos, fon juzgadas en el inftante mifmo que fe feparan de fus cuerpos. Caen las unas en el Infierno, dosde fon

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