Imágenes de página
PDF
ePub

دو

ور

دو

,,

licencia del Principe, apelo à fu palabra: su honra eftà empeñada en fu confervacion, y fi la def,, truye, las ruinas de efte Santo Edificio feràn un teftimonio eterno, de lo poco que fe puede fiar de fu palabra. Sepa, pues, que me tengo por ,, mas feliz en mis prifiones, que en mi Iglefia, y ,, en fu Palacio. Haviendose referido mi refpuesta al Miniftro, no dixo mas que eftas palabras:,, Què ,, harà el Principe con la calavera de un Eftrange,, ro? Quiere dinero, y fi nada me promete, de na,, da refpondo. Partiò luego à la Corte, y diò li cencia à mis dos Catequiftas, para que fueffen à vèr fus familias, antes de ir à verle en la Corte.

رو

Fueron, pues, los dos à fu cafa, donde tenia 'cada uno à fu madre. La de Xaveri Mouttou ( assi se llamaba el mas viejo de los dos) era de muy abanzada edad, y penfaba fu hijo hallarla muy defconfolada; pero qual ferìa fu pafmo, al vèr que fe echaba à fu cuello con cara alegre, y dandole , abrazos, le decia: Ahora sì que fois,y os reconoz, co muy de veras por mi hijo : què dicha para 5, de haver parido, y criado à un Confeffor de JefuChristo! Pero, hijo mio, no bafta haver comen,,zado à dàr pruebas de vueftra conftancia; debes perfeverar hafta el fin. Si eres fiel à fu gracia, no ,, te abandonarà el Señor.

[ocr errors]

Sattianaden (assi fe llamaba el otro Catequista) fuè recibido por fu madre con los mifmos extremos 'de gozo, y los mifmos afectos de piedad. Estaba cafado, y tenia un hijo muy amable, como de tres años. La buena Christiana tomò à fu nieto en los brazos, y llevandole al cuello de fu hijo, le dixo: Hijo mio, abraza à tu Padre, que ha padecido

5, por Jefu-Chrifto: nos han quitado lo poco que te ,, niamos; pero la Fè fuplirà por todos los bienes.

En efecto, fon muy dignos los dos Catequistas del empleo que fe les ha confiado. El primero havia fido cafado, y perdiò à fu muger fiendo aùn muy moza. Se negò conftantemente à contraer otro matrimonio , para darfe mas enteramente à la inftruccion de los Neophytos. El fegundo, aunque cafado, vive como el Religiofo mas austero : à una humildad, y dulzura que encanta, junta un zelo vivo, y activo, que le hace incanfable. Y no teniendo mas de treinta años, fu virtud le hace fer muy refpetado de los Christianos.

Fueron el uno, y el otro à la Corte, donde fe havia llevado lo que fe havia facado de la Iglefia. El Principe, que efperaba un rico defpojo, reprehendiò afperamente à los Bramenes, por haverle enredado en un negocio capaz de deshonrarle. No obftante, para cubrir fu codicia con capa de zelo àzia fus Dioses, proteftò que no permitiria en fus Eftados una Ley, que defpreciaba los Diofes, y mandò que fe hicieffe una pefquifa exacta de todos los Catequistas, para caftigarlos con rigor. Y haviendo fabido, que mi Iglefia havia fido perdonada, mandò que fueffe reducida à cenizas. Diòfe el cargo à una tropa de Gentiles. Havia yo hecho efcrivir en lo alto del Retablo en grandes caractères eftas palabras: Sarvefurenukon Stotiram, que fignifican, Gloria alabanza fean dadas al Soberano Se nor de todas las cofas. El Capitan, que prefidia à la demolicion de la Iglefia, mandò defde lucgo romper la infcripcion, para que, como decia, el nombre del Dios de los Chriftianos fueffe enteramente

ود

bor

borrado. Los materiales fueron llevados à otră parte, y deftinados à la fabrica de un Templo de İdolos: lo demàs fuè defpojo de los Infieles.

La ruina de efta Iglesia, cuya fabrica se havia acabado folos dos mefes antes, me fuè fumamente fenfible; pero mayor fuè el miedo de una perfecucion cercana, y cruèl. Eftaba el Principe refuelto à entregar todos los Chriftianos à dos Señores de fu Corte, que fe havian obligado à poner veinte mil pefos en las Arcas Reales, con tal, que les dieffe el Principe licencia para atormentar à fu gufto los Neophytos, y faquearles las cafas. Estaba yà casi concluido el contrato; pero el primer Ministro, con un golpe de politica, falvò à los Christianos, para ponerfe à si mifmo en feguro. Temia que fe examinaffe fu adminiftracion de la Hacienda Real, y no ignoraba, que algunos Oficiales Chriftianos tenian en fu poder materiales con que perderle. Para cerrarles la boca, y ponerse bien con ellos, intentò difuadir al Principe, y moftrarle, que el proyecto que meditaba, era contrario à fus verdaderos intereffes. Le reprefentò, pues, que por veinte mil pefos que ganaria, fe exponia à perder mas de veinte mil buenos vaffallos: que entre ellos havia muchos Capitanes, y Soldados, los quales, viendofe perfeguidos, faldrian del Pais, y buscarian afylo en el Eftado vecino, con el qual estaba su Mageftad actualmente en guerra: que tan grande deffercion, aumentaria el Exercito enemigo, y quizà. traeria configo la ruina de fus Estados.

Hicieron impression en el Principe estas razo nes, y no pensò mas en fu primer proyecto; pero fe lifongeò, que por mi medio podria facar la canti

dad

dad de dinero , que los otros le havian ofrecido. Mandò que me dixeffen, que bien fabìa que no tenia yo dinero; pero que no ignoraba el amor que me tenian mis Difcipulos: que eran mas de cien mil, y dandole cada uno un Fanon, fubiria la fuma à los veinte mil pefos que pedia. Se engañaba en el numero de los Chriftianos, porque no havia mas de veinte mil bautizados; pero tuve por conveniente dexarle en efte error. Mi refpuefta, pues, se reduxo à decirle, que no tocaba à un Estrangero, como yo era, imponer tributo fobre fus vaffallos: que la Ley fanta que yo predicaba, enfeñaba la obediencia, y fidelidad debida à los Soberanos: que ni tenia, ni queria tener derecho alguno fobre los bienes de mis Difcipulos, y que no confentiria, que diesfen un maravedì para refcatar mi libertad; antes bien , que fi tuviera riquezas, las daria de buena gana, para alcanzar la gracia de morir en la eftrecha prision donde me tenia encerrado.

Efta refpuefta no debia de ferle muy agradable; pero creyò, que no resistiria mi constancia al tiempo, y à la incomodidad de la prision: y por efta razon no quifo en adelante oìr à los que le hablaban en mi favor. Su proprio hermano, inftado por algunos Capitanes, y Oficiales Christia

nos,

le efcriviò muchas veces pidiendole mi libertad; y fin embargo de fer cafi tan poderofo como èl, fus ruegos fueron fiempre defechados. No por effo defiftiò del empeño, y defpachò à uno de fus Oficiales para que folicitaffe de palabra

mi libertad. Tenia orden el Oficial de verme al paffo, y hallandome moleftado con una grande fluxion à los ojos, caufada de la humedad de la

car

دو

وو

tarcel, lo fintiò mucho , y con viveza reprefen tò al Principe el peligro en que estaba de mo rir en ella. Escuchòle el Principe con ferenidad, y arrancando de fu propia cabeza un cabello, le dixo con grande enfado:,, Con tal que ,, yo no manche mis manos en fu fangre, se me dà ,, tan poco de que muera, como de que cayga efte cabello de mi cabeza. Que fe pudra en la carcel, y efcarmienten los otros Gurous, para no entrar en mis Estados , y engañar à mis vaffallos. Sin embargo de la colera del Principe, se ablandaron mis Guardas, y eran cada dia mas humanos. Dexaban à los Chriftianos entrar à verme, y confefsè à muchos de ellos. Como havia guardado los ornamentos, y uno de mis Catequistas havia hallado el medio de traerme vino, y hoftias, tuve la dicha de celebrar Miffa, y dàr la Sagrada Comunion à algunos Christianos. Bautizè tam bien à muchos niños, y algunos adultos.

[ocr errors]

Los confuelos que tenia en mi prifion, se tur baron presto con el dolor de vèr morir casi à mi vifta, fin poderla focorrer, à la muger de un Capitan Gentil, Señor de un Lugar cercano. Havia un año que havia recibido el Bautifmo, y todo efte tiempo havia vivido con grande fervor. La afligiò fenfiblemente mi prifion, por no sè què prefentimiento, que tenia de fu muerte cercana, y lo impofsible que me ferìa administrarla los ultimos Sacramentos. En efecto cayò mala, y muy en breve fe hallò defahuciada. Nada se dexò de hacer para confeguir del Bramen, que me dieffe licencia para vifitarla; pero bien que contra fu inclinacion no fe atreviò à concedermela, porque in

[ocr errors]
« AnteriorContinuar »