Sueños y realidades: Obras completas de la señora doña Juana Manuela Gorriti, Volumen1Mayo de C. Casavalle, 1865 |
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Página 27
... lúgubre carga . Mi trémulo pié habia contado cincuenta escalones , cuando un espectáculo estraño vino á herir mis ojos . La luz de mi hachon en vez de perderse entre aquellas tinieblas , parecia reflejar en objetos que la centuplicaban ...
... lúgubre carga . Mi trémulo pié habia contado cincuenta escalones , cuando un espectáculo estraño vino á herir mis ojos . La luz de mi hachon en vez de perderse entre aquellas tinieblas , parecia reflejar en objetos que la centuplicaban ...
Página 38
... lúgubre impostura la hubiérais visto como yo ? .... -i Basta ! Francisca basta ! No me hables de su ¡ amor á ese hombre , porque me haces un mal horrible , y cia se lo harias á ella misma ; pues sábes 38 SUEÑOS Y REALIDADES .
... lúgubre impostura la hubiérais visto como yo ? .... -i Basta ! Francisca basta ! No me hables de su ¡ amor á ese hombre , porque me haces un mal horrible , y cia se lo harias á ella misma ; pues sábes 38 SUEÑOS Y REALIDADES .
Página 42
... lúgubre huella . Con los brazos cruzados sobre el pecho , fijaba en la mágica ciudad una mirada que espresaba á la vez tristeza , y resignacion . - « ¡ Dios mio ! -dijo , elevando al cielo sus grandes y negros ojos - ¡ bendito seais por ...
... lúgubre huella . Con los brazos cruzados sobre el pecho , fijaba en la mágica ciudad una mirada que espresaba á la vez tristeza , y resignacion . - « ¡ Dios mio ! -dijo , elevando al cielo sus grandes y negros ojos - ¡ bendito seais por ...
Página 52
... negro . -¡Silencio ! -dijo entre el lúgubre embozo con una voz imperiosa y breve . Y la misma helada mano arrastró al aterrado guardian del templo hasta la bóveda sepulcral . Allí se detuvo el fantasma y volviéndose al sacristan le.
... negro . -¡Silencio ! -dijo entre el lúgubre embozo con una voz imperiosa y breve . Y la misma helada mano arrastró al aterrado guardian del templo hasta la bóveda sepulcral . Allí se detuvo el fantasma y volviéndose al sacristan le.
Página 54
... lúgubre sitio - Escucha - dijo el incógnito - todas las noches á esta hora , me esperarás aquí ; y si eres puntual y discreto , recibirás cada vez tanto oro como te he dado esta noche . Pero si me faltas , ó que tu lábio deje escapar ...
... lúgubre sitio - Escucha - dijo el incógnito - todas las noches á esta hora , me esperarás aquí ; y si eres puntual y discreto , recibirás cada vez tanto oro como te he dado esta noche . Pero si me faltas , ó que tu lábio deje escapar ...
Términos y frases comunes
acento alegre algarrobos alma alucinacion amada amigo amor árboles ardiente arrojó atezado aurora coloreaban bandido bello besando blanca brazos brillar caballo cabeza Ceibal cielo Clemencia contemplaba corazon coronel cuyo Cuzco debia deliciosa despues dijo dolor dulce duque de Alba él-al esclamó escuchar espanto esposo estaba estraño estremeció estremo frente ginete grito guante negro Gubi Amaya habia habria hallaba helado herida hermosa Hernan hijo hora horrible imájen inmensa Isabel jóven lábios lágrimas largo Lavalle lecho lejos llorar lúgubre madre mano Manuela Rosas María mente Miguel mirada mis ojos misterioso momento muerte mujer mundo murmuró narme naron Natalia niño noche nombre padre pálida parecia paso pecho perfumes pié pies profundo puerta puñal Ravelo rayos recuerdo repente rodillas rostro ruinas sangre sangrientas silencio sombra sonriendo sonrisa sotros sueño tambien tenia terrible terror tesala tible tierra tinieblas todavia torno trelazados trémula triste Tucuman unitario velo vírjen volvió Wenceslao yacia
Pasajes populares
Página ii - ¡Ah yo también, sombra viviente entre esas vanas sombras; yo también voy allí con el recuerdo a reconstruir mi vida despedazada por tantos dolores, y extraer del delicioso oasis de la infancia, algunos rayos de luz, algunas flores para alumbrar y perfumar mi camino. ¡Ah!
Página vi - ... moralidad en el fin que se propone: y si las descripciones son cortas, las que present-a son exactas y revelan lo que hoy se llama el sentimiento estético y el color local.
Página v - La escritora no olvida á la mujer; la literata recuerda siempre que es cristiana : y por eso sus novelas .y sus crónicas son recreativas, morales, y pueden sin recelo ponerse en manos de las vírjenes y entrar por la puerta principal en el hogar de la familia que mas dada sea á la práctica de la virtud.
Página 81 - Amaya, copié unas palabras que debo escribir en este diario de mis vacaciones: "Mis ojos se fijaron con una mirada profunda de indecible gozo, de indecible dolor, en aquel encantado panorama que, presente incesantemente en mi memoria, se desarrollaba en ese momento ante mí. En ese pequeño universo de otro tiempo, yo sola había cambiado: todo estaba como en el día, como en el instante en que lo dejé" . Yo sola había cambiado: así tal vez lo compruebe un día lejano cuando vuelva a esta casa.
Página 81 - ... sentido a partir de quien la rememora. La extrañeza de la experiencia provoca preguntas: ¿es verdaderamente un recuerdo? ¿o se trata de un sueño? Las escenas, reflejadas según el relato como en un "espejo mágico", la enfrentan con los misterios de la vida y provocan nuevos debates y argumentos: "Ah! ¡qué diferencia de aquel tiempo al presente! Qué diferencia entre la niña de cabellos rubios y mejillas sonrosadas, que charlando turbulentamente hizo ese cuadro y la viajera pálida, fatigada...
Página 86 - A medianoche, cuando los nuevos poseedores del castillo duermen con sus puertas cerradas, los padres, sus legítimos dueños, porque todo lo que ha vendido la Patria es robado, los padres, sus legítimos dueños, vienen de dos en dos como antes, atraviesan el cementerio silenciosamente, sin tocar ni aún con la orla de sus largas sotanas las margaritas y pasionarias que lo cubren; dan en la gran puerta de la iglesia tres golpes simbólicos, ya esta señal, el Reverendo Generalísimo de la Orden,...
Página 143 - Mazorca y consagrado en cuerpo y alma al tremendo fundador de aquella terrible hermandad, contaba las horas por el número de sus crímenes y su brazo, perpetuamente armado del puñal, jamás se bajaba sino para herir.
Página 81 - ... IV, 54-79). La primera parte, "Una ojeada a la patria", combina fragmentos de recuerdos de un viaje a Salta con elementos de leyenda. La narradora introduce su duplicidad cuando, al inicio del viaje, esconde su identidad bajo ropas de hombre. Los recuerdos acrecientan luego el desdoblamiento del yo: "Mientras caminaba, como si hubiera en mí dos personas diferentes, la una, hija agreste de aquellas selvas, la otra viajera que de lejanos países habia venido á contemplarlas
Página vii - ... inflexiones de entrañable ternura que conmovían el corazón como una caricia. Y cuando en el silencio de la noche se elevaba cantando las alabanzas del Señor, los pastores de los vecinos campos se prosternaban creyendo escuchar la voz de algún ángel extraviado en el espacio.
Página 47 - ... ella sus tan hermosos y apasionados ojos, parecía dirigirla todas las notas de aquella celeste armonía. Pero si algun ser viviente hubiera podido penetrar en ese sitio y mirar de cerca aquel grupo, habría sentido erizarse los cabellos sobre su cabeza y hubiera huido espantado; porque la larga cabellera de aquella mujer tenia una aridez metálica; sus manos de forma tan bella, estaban secas; aquella alba túnica era un sudario; el rostro que el...