Sueños y realidades: Obras completas de la señora doña Juana Manuela Gorriti, Volumen1Mayo de C. Casavalle, 1865 |
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Página viii
... hácia él . Su corazon le decia : -Amálo . Al despertar llena de sobresalto , pasó la mano por su blanca frente , y ... hacia mil protestas de amor , aun cuando no le ocultaba el temor que le ins- piraba . Ese hombre se llamaba Manuel ...
... hácia él . Su corazon le decia : -Amálo . Al despertar llena de sobresalto , pasó la mano por su blanca frente , y ... hacia mil protestas de amor , aun cuando no le ocultaba el temor que le ins- piraba . Ese hombre se llamaba Manuel ...
Página x
... hácia el palacio del tirano . Se abre paso y llega hasta el gabinete en que se hallaba la hiena conocida bajo el nom- bre de Rosas ; pero al ver las facciones de ese hombre , Ma- ría siente que la voz se le detiene en la garganta , y ...
... hácia el palacio del tirano . Se abre paso y llega hasta el gabinete en que se hallaba la hiena conocida bajo el nom- bre de Rosas ; pero al ver las facciones de ese hombre , Ma- ría siente que la voz se le detiene en la garganta , y ...
Página xiv
... hácia él con la impasibilidad de la desesperacion . « ¡ Mi esposo habia jurado matar á un traidor , dijo ella ; ese traidor era mi hijo , y yo he matado á mi esposo por salvar á mi hijo ! » Wenceslao olvidó á Isabel al presenciar tan ...
... hácia él con la impasibilidad de la desesperacion . « ¡ Mi esposo habia jurado matar á un traidor , dijo ella ; ese traidor era mi hijo , y yo he matado á mi esposo por salvar á mi hijo ! » Wenceslao olvidó á Isabel al presenciar tan ...
Página 12
... hacia estrechar á mi hijo contra mi corazon . De repente vi delante de mí un hombre de formas colosales , un gigante ... hácia una llanura sin límites , donde desa- pareció . -¡El mar ! —repitió el cacique . -El dolor que desgarró mi ...
... hacia estrechar á mi hijo contra mi corazon . De repente vi delante de mí un hombre de formas colosales , un gigante ... hácia una llanura sin límites , donde desa- pareció . -¡El mar ! —repitió el cacique . -El dolor que desgarró mi ...
Página 16
... hacia estrechar á mi hijo contra mi corazon . De repente vi delante de mí un hombre de formas colosales , un gigante ... hácia una llanura sin límites , donde desa- parocid . -¡El mar - repitió el cacique . El dolor que desgarró mi ...
... hacia estrechar á mi hijo contra mi corazon . De repente vi delante de mí un hombre de formas colosales , un gigante ... hácia una llanura sin límites , donde desa- parocid . -¡El mar - repitió el cacique . El dolor que desgarró mi ...
Términos y frases comunes
acento alegre algarrobos alma alucinacion amada amigo amor árboles ardiente arrojó atezado aurora coloreaban bandido bello besando blanca brazos brillar caballo cabeza Ceibal cielo Clemencia contemplaba corazon coronel cuyo Cuzco debia deliciosa despues dijo dolor dulce duque de Alba él-al esclamó escuchar espanto esposo estaba estraño estremeció estremo frente ginete grito guante negro Gubi Amaya habia habria hallaba helado herida hermosa Hernan hijo hora horrible imájen inmensa Isabel jóven lábios lágrimas largo Lavalle lecho lejos llorar lúgubre madre mano Manuela Rosas María mente Miguel mirada mis ojos misterioso momento muerte mujer mundo murmuró narme naron Natalia niño noche nombre padre pálida parecia paso pecho perfumes pié pies profundo puerta puñal Ravelo rayos recuerdo repente rodillas rostro ruinas sangre sangrientas silencio sombra sonriendo sonrisa sotros sueño tambien tenia terrible terror tesala tible tierra tinieblas todavia torno trelazados trémula triste Tucuman unitario velo vírjen volvió Wenceslao yacia
Pasajes populares
Página ii - ¡Ah yo también, sombra viviente entre esas vanas sombras; yo también voy allí con el recuerdo a reconstruir mi vida despedazada por tantos dolores, y extraer del delicioso oasis de la infancia, algunos rayos de luz, algunas flores para alumbrar y perfumar mi camino. ¡Ah!
Página vi - ... moralidad en el fin que se propone: y si las descripciones son cortas, las que present-a son exactas y revelan lo que hoy se llama el sentimiento estético y el color local.
Página v - La escritora no olvida á la mujer; la literata recuerda siempre que es cristiana : y por eso sus novelas .y sus crónicas son recreativas, morales, y pueden sin recelo ponerse en manos de las vírjenes y entrar por la puerta principal en el hogar de la familia que mas dada sea á la práctica de la virtud.
Página 81 - Amaya, copié unas palabras que debo escribir en este diario de mis vacaciones: "Mis ojos se fijaron con una mirada profunda de indecible gozo, de indecible dolor, en aquel encantado panorama que, presente incesantemente en mi memoria, se desarrollaba en ese momento ante mí. En ese pequeño universo de otro tiempo, yo sola había cambiado: todo estaba como en el día, como en el instante en que lo dejé" . Yo sola había cambiado: así tal vez lo compruebe un día lejano cuando vuelva a esta casa.
Página 81 - ... sentido a partir de quien la rememora. La extrañeza de la experiencia provoca preguntas: ¿es verdaderamente un recuerdo? ¿o se trata de un sueño? Las escenas, reflejadas según el relato como en un "espejo mágico", la enfrentan con los misterios de la vida y provocan nuevos debates y argumentos: "Ah! ¡qué diferencia de aquel tiempo al presente! Qué diferencia entre la niña de cabellos rubios y mejillas sonrosadas, que charlando turbulentamente hizo ese cuadro y la viajera pálida, fatigada...
Página 86 - A medianoche, cuando los nuevos poseedores del castillo duermen con sus puertas cerradas, los padres, sus legítimos dueños, porque todo lo que ha vendido la Patria es robado, los padres, sus legítimos dueños, vienen de dos en dos como antes, atraviesan el cementerio silenciosamente, sin tocar ni aún con la orla de sus largas sotanas las margaritas y pasionarias que lo cubren; dan en la gran puerta de la iglesia tres golpes simbólicos, ya esta señal, el Reverendo Generalísimo de la Orden,...
Página 143 - Mazorca y consagrado en cuerpo y alma al tremendo fundador de aquella terrible hermandad, contaba las horas por el número de sus crímenes y su brazo, perpetuamente armado del puñal, jamás se bajaba sino para herir.
Página 81 - ... IV, 54-79). La primera parte, "Una ojeada a la patria", combina fragmentos de recuerdos de un viaje a Salta con elementos de leyenda. La narradora introduce su duplicidad cuando, al inicio del viaje, esconde su identidad bajo ropas de hombre. Los recuerdos acrecientan luego el desdoblamiento del yo: "Mientras caminaba, como si hubiera en mí dos personas diferentes, la una, hija agreste de aquellas selvas, la otra viajera que de lejanos países habia venido á contemplarlas
Página vii - ... inflexiones de entrañable ternura que conmovían el corazón como una caricia. Y cuando en el silencio de la noche se elevaba cantando las alabanzas del Señor, los pastores de los vecinos campos se prosternaban creyendo escuchar la voz de algún ángel extraviado en el espacio.
Página 47 - ... ella sus tan hermosos y apasionados ojos, parecía dirigirla todas las notas de aquella celeste armonía. Pero si algun ser viviente hubiera podido penetrar en ese sitio y mirar de cerca aquel grupo, habría sentido erizarse los cabellos sobre su cabeza y hubiera huido espantado; porque la larga cabellera de aquella mujer tenia una aridez metálica; sus manos de forma tan bella, estaban secas; aquella alba túnica era un sudario; el rostro que el...