Clerigos hicieron profession folemne de una fin-, cera sumission al successor de San Pedro, como à la Cabeza de la Iglesia. Dudaron de lo vàlido de las ordinaciones hechas por los Metropolitanos Hereges : y no sin razon , porque toda la ceremonia de la ordinacion consiste en que el Patriarca sentado reza el principio del Evangelio de San Juan , sobre la cabeza de aquellos que pretende ordenar de Sacerdotes : para los Diaconos se contenta con darles la bendicion , fin decir el Evans gelio. Se ordenaron , pues , nuevos Diaconos , y nues vos Sacerdotes. Crecia cada dia el numero de los Catholicos : què no prometian tan bellos princi pios? Pero presto se nublaron con nuevos alborotos. Tecla Jorge , yerno del Rey , se puso à la frente de los rebeldes ; pero vencido, y preso, fue colgado de un arbol. La Princesa su hermana, còmplice de fu delito , fue condenada al mismo suplicio, y la infamia de tal castigo enconò en extremo el animo de las otras Princesas de la Corte. Sobrò mucha viveza al zelo del Rey, que demasiadamente presto quiso acabar con los antiguos Ritos de la Iglesia de Etyopia , y reducirlos todos à las Leyes , y Ceremonias de la Iglesia Romana. Estas novedades, irritaron mucho à todos : los Grandes, y el Pueblo, incitado por los Monges , pidieron con fiereza , que se restableciesse la antigua Liturgia. Tuvo que ceder el Patriarca , corrigiò algunas coTas ; pero no siendo bien guardada la correccion, se armaron en inuchas Provincias. Los Agaves , Nucion feròz , tenian por Gefe à Melca Christo , Principe joven de la sangre Real, quien se prorrogò los titulos de Emperador, g Defensor de la antigua Religion. Acostumbrado el Einperador à vencer , echò à los rebeldes à las Rocas de Lasta. No los pudo forzar allì , y estuvo apique de vèr su ala izquierda derrotada. De los tres Generales , à quienes confiò sus Tropas , Ras Zela Christo , embiado por el Rey , para sujetar la Provincia de Amhara, que se havia levantado, fue vencido , y perdió la vida en el combate. Melza Christo derrotò segunda vez el Exercito Imperial. Los Hereges imputaron la desgracia à Zela Christo , y alcanzaron del Emperador, que fuesse despojado el Principe su hermano de una parte de fus bienes , y desterrado. Assi se recompensaba su valor , siempre victorioso , culpandole de no haver vencido donde no estaba , y haciendole responsás ble de las faltas , ò de la desgracia de su fuccefa for. Haviendo logrado privar à los Catholicos de su Protector , no cessaron de embrollar , y fatigar à su Magestad con representaciones vivas del peligro en que se hallaba el Estado, si sin dilacion no restablecia la Religion antigua. El Virrey de Goyame se declarò por los rebeldes , y empleó sus ardia des para empeñar en la conspiracion à Faciladas, · Principe heredero del Imperio ; pero presto llevò el traydor su merecido castigo. Fuè desgraciada lá tercera expedicion contra los rebeldes, pero la quarta le saliò bien : perecieron ocho mil en una bacalla , que ganò el Emperador. Los seguaces de la heregia se valieron de la ocasion , monstrando al Principe sus cadaveres , y diciendole : No son effos cuerpos de los enemigos de la Nacion , cuya fangre baveis derramado , son los cuerpos de nuestros herma nos, nos , de Cbriftianos , cuya obftinación por la Religion antigua,ha sido demasiada ; pero perdonable à una gente grosera , y ciegamente prevenida. Hizo impresfion el discurso en el Emperador , y la Emperatriz, el Principe heredero , y casi toda la Corte se aprovechò de el sentimiento en que le veìan ; para decirle , que las dos Religiones no eran tan del todo contrarias : que por ainbas partes se reconocia à Jesu-Christo por verdadero Dios , y verdadero Hombre. Vacilè el Emperador, y mandò publicar un Edicto , en el qual concedia à los Hereges lia bertad de conciencia. Procurò el Patriarca coartar, el privilegio à los que no havian todavia abrazas, do la Religion Romana , y que no fueffen comprehendidos los relapsos; pero no lo pudo lograr. Debilitado el Rey por su edad , assustado por tancas rebeliones , obseido por la Corte, y por su faa milia , creyò que hacia bastante continuando su proteccion à los Catholicos. No retractò la profesfion solemne que havia hecho de la Fè Romana , T, fuc fiel à la gracia de su conversion hasta la muera te , que sucediò no cumplidos los tres meses dels pues que se publicò el Edicto de tolerancia. Le succediò Faciladas su hijo , y tomò el mismo nombre havia tenido su padre de Seltan Seghed. Desde luego prorrumpiò su adversion contra la Religion Catholica. Quitò, à los Missioneros sus Iglesias, los principales Catholicos fueron condenados à muerte,ò à destierro. Entre estos ultimos se hallaba el Secretario de Estado, que havia sido toda la confianza del difunto Emperador. ZelaChristo su tio fue llevado à su presencia cargado de cadenas , y le ofreciò restablecerle en sus Tom.IV. Aaa dig que , queda dignidades , y darle el mando de sus Exércitos, fi renunciaba à la Religion Romana. El generoso Confessor de Jesu-Christo , mas grande en esta batalla, que en los dias de sus triumphos , desechò unas ofertas tan capaces de engañar. Oyò con gusto el decreto de su muerte; pero no quiso Faciladas, que fuesse executado , contentandose con su destierro en una soledad muy distante. No tardò en mandar salir al Patriarca , y demás Jesuìtas. El Padre Apolinar de Almeyda , Obispo de Nicea , y otros fiete Jesuitas , resueltos à padecer la muerte mas cruel antes que abandonar à los Fieles ron en Etyopia , y se repartieron por varios Lu . gares. No impidiò la violencia de la persecucion el fruto de sus trabajos, dando à la Iglesia nuevos hijos , que à manos de los perseguidores los graron la corona del martyrio. Alcanzaron tama bien los Missioneros la misma recompensa de su zelo , dando la vida por la Fè. Los Padres Galpàr Paez , y Juan Pereyra fueron martyrizados en el año de 1635. El Obispo de Nicea , y los Padres Jacinto Franceschi , y Francisco Rodriguez tuvieron la misma dicha en el año 1638. Los Padres Bruno Bruni , y Luis Cardeyra acăbaron en un glorioso suplicio su carrera Apostolica en 1640. El Padre Bernardo de Noguera fue por largo tiempo el unico Sacerdote Catholico, y se figuiò en fin su martyido al del Principe Zela-Chrifto en 1653. Havia el Emperador tomado exactas medidas para que ningun Sacerdote Catholico entraffe en sus Estados. La Congregacion de la Propaganda por dos veces intentò que entraffen algunos Capuchinos : de los liete que embiò al prin h 1 S e cipio , los Padres Cafiano de Nantes, y Agatanges Ааа 2 de |