ros Congregantes al nuevo eftablecimiento: gaftaban en buenas obras todo el lugar que les permitia fu Comercio. Sobre todo, fe efmeraban en la assistencia de los Chriftianos pobres, yendolos à buscar à los parages mas ocultos donde los tenia encerrados fu miferia. Diò el Señor por fu parte tal gracia à fus buenos exemplos, que otros muchos Comerciantes Francefes de nota, pedian que fus nombres fueffen fentados en la Congregacion. En toda la Ciudad fe reparaba en fu modeftia, devocion, y charidad. Los eftraños fe edificaron de fu porte, y fueron los primeros à alabar los buenos efectos del nuevo establecimiento.

Los Padres Gilberto Rigouft, y Juan Amieu governaron por muchos años la Congregacion, y les concediò Dios el confuelo de vèr multiplicar fu fruto mas, y mas cada año, porque la conducta edificativa de fus Congregantes, dando nuevo luftre à la virtud, è infamando el vicio, reformò las coftumbres de la Ciudad de Seyde. Los mas zelofos Catholicos, teftigos de esta reforma, daban mit bendiciones à los directores de la Congregacion: y fu reputacion estaba tan bien fentada, que todos les pedian confejo, y fe atenian à fu parecer en las diferencias, que fe ofrecian entre los Negocian

tes.

Tratando de la Congregacion, y fus Congregantes, me parece fer de la gloria de Dios, y honra de la Hermandad de que hablamos, referir aquì la conducta fingular de Dios para con uno de ellos, que fue principal gloria, y luftre de la Congregacion. Hablo del Señor Francifco Lambert, natural de Marfella, y el Comerciante de mas credito, que

havia entonces en Seyde. Era fingularménté récomendable por la règularidad de su vida conocida de todos. La correfpondencia, y amistad, que por cofas de la Congregacion tenia con los Missioneros, le diò à conocer, que algunos de ellos hayian de partir de allì para eftablecer una Mifsion en Hifpahan, Capitàl del Reyno de Perfia. Haviendo oido hablar con frequencia del proyecto de tal establecimiento,y de fus ventajas,y conveniencia para procurar la gloria de Dios, y la falvacion de muchos Chriftianos, cuya Fè peligraba en un Imperio donde domina la infidelidad, fe fintiò infpirado de imitar à San Matheo: quiero decir, de dexar el Comercio , y feguir à los Mifsioneros, que llamaba Dios à la Mission de Perfia.

Haviendolo confiderado maduramente, y confultado con perfonas de fu mayor confianza, se dispufo à feguir la infpiracion Divina, como particu lar vocacion de fu Mageftad. Pufo orden en fus negocios domefticos, dexò fu Teftamento escrito en manos de un amigo, hombre prudente, y virtuofo, y partiò de Seyde, con animo de juntarfe con los Padres en Perfia; pero la Divina Providencia, que le havia llamado à fu fervicio, difpufo de èl de otra manera, porque en lugar de llegar à Perfia, le conduxo con diverfos acafos à la Cofta de las Indias, y cerca de Meliapor.

Pafmado nueftro caminante de verfe, contra to da fu efperanza, cerca del fepulcro de Santo Thomàs Apoftol, adorò la Divina Providencia, que le havia prefentado en un viage, que no era de fu eleccion, ocafiones de hacer algunas obras buenas, en las quales parece que havia querido emplearle:

por

por tanto, viendofe cerca del fepulcro del Santo Apoftal, no dudò que tenia Dios fu particular defignio fobre èl, y que fe lo darìa à conocer quando llegaffe al pie del cèlebre Santuario. Partiò fin dilacion à Meliapòr, llamado la Ciudad de Santo Thomas y luego que llegò fe hizo conducir al fepulcro del Apoftol. A la vista del lugar tan vene rable, fe fintiò penetrado de una extraordinaria devocion, y fe poftrò fobre la piedra donde fue el Santo paffado de un bote de lanza, y quedò allì mucho tiempo en oracion. No fe fatisfizo fu piedad con efta primera vifita de un Santuario don◄ de havia experimentado tan abundantes confue los. Iba cada dia al mifmo lugar, y paffaba allì muchas horas, bolviendo fiempre mas, y más an◄ fioso de darse enteramente à Dios. Repetìa fin cefa far las palabras de San Pablo: Señor, què quereis que baga? Y Dios, que oye fiempre con benige nidad las sùplicas de los que quieren feguir fu voluntad, le hablò al corazon, y le infpirò el defeo de entrar en la Compañia, para fer en ella Missionero.

Reflexionò por entonces el Señor Lambert sobre la vida, y trabajos de los Operarios Evangelicos, que havia conocido en Syria; fobre el infatigable zelo por la falvacion de todos aquellos, que el error, defreglamiento de coftumbres, y el cifma precipitaban à fu eterna perdicion: fe traxo à la memoria la eficacia de fus Sermones,de la qual havia fido tantas vezes testigo; su vida inocente, è irreprehenfible, y fu definterès en los fervicios, que hacian al proximo. Todos eftos objetos fe le venian vivamente à fu memoria, y le daban à en

ten

tender, que para , que para imitar con mas perfeccion la vida del Salvador en la Judèa, nada podria hacer mejor, que fer contado en el numero de fus Difcipulos, que con tanto efmero imitaban à fus exemplos.

Sin embargo, para no errar en la refolucion que havia de tomar, fue à confultarla con un Religiofo de San Agustin,reputado por muy hombre de bien, y de grandes luzes en los caminos del Señor. Tuvo con èl muchas converfaciones, le diò cuenta de toda fu vida, le declarò los penfamientos que le ocupaban defde que vifitò el fepulcro del Santo Apoftol, y le rogò le dixeffe fu parecer fobre lo que Dios querìa de èl.

El Religiofo fu director tomò el tiempo conveniente para examinar fu vocacion, y le refpondiò, que tenia por cierto que le llamaba Dios à fu fervicio para trabajar en la falvacion de las almas, en el Pais mismo donde le havia traìdo fu providencia y que todo lo que le aconteciò defde su partida de Alepo, le parecian otros tantos medios, de los quales fe havia valido Dios para retirarle del Comercio, que havia en dicha Ciudad, y con el fin de que abrazaffe el nuevo genero de vida, que le havia infpirado.

No fue menefter mas al Señor Lambert para feguir la infpiracion del Espiritu Santo, , que le incli naba à la vida Evangelica. No pensò mas, que en practicar la voluntad de Dios. El primer paffo era fer recibido en nueftra Compañia y fiendo de edad abanzada, temiò que fus años ferìan impedimento para recibirle.

Para prevenir todas las dificultades, con él pa

recer

recer de fu director, juzgò apropofito ir en derechura à Roma, y abocarfe con el Padre General de la Compañia, el qual examinandole por sì mifmo, y conociendo la voluntad de Dios, no podria dexar de recibirle. Lleno, pues, de esta esperanza, que le parecia bien fundada, se embarcò para

Italia. En el camino tuvo ocafion de redimir dos pobres Efclavos, à los quales inftruyò en la Fè, Y dispuso para el Bautismo.

Fue muy feliz fu viage à Roma: luego que llegò declarò al Reverendo Padre General el motivo de fu viage, las diferentes circunftancias de su vida, los medios que tomò para conocer la voluntad de Dios, y las razones que tenia de venir en perfona à pedirle la gracia de fer admitido en la Compañia. Haviendole vifto, y oìdo con frequen cia el Padre General, fe alegrò del prefente, que Dios hacia à la Compañia : no dudò en recibirle, y le llevò por sì mifmo al Noviciado.

Facil es confiderar el fervor con qué el Novicio cumplirìa con todas las pruebas de fu Noviciado, Su exemplo era una continua exhortacion à los otros, que admiraban en un hombre yà maduro una humildad tan profunda. Cumplidos yà los dos años de Noviciado, fue aplicado al estudio de las ciencias neceffarias al minifterio Apoftolico al

qual estaba destinado. Su aplicacion hizo en poco tiempo grandes progreffos, y fe difpufo à recibir los Ordenes Sagrados. Ordenado de Sacerdote, fe encendiò mas, y mas fu corazon en vivas ansias de predicar el Evangelio en la Judèa, y Palestina. Acabados fus eftudios, y fuficientemente inftruido en las obligaciones de un Mifsionero, logrò de el

Pa