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MEMORIA

DE LA MISSION DE ERIVAN.

Rivàn és una Ciudad fituada en las Fronteras

ER

de Perfia, à los 40. grados de latitud, y 63. de longitud, al fin de una grande, y famosa llanura, que fe cree fue donde ofreciò Noè à Dios su primer facrificio defpues del Diluvio,y cerca del Monte Ararat, que es donde comunmente fe dice que se parò el Arca quando empezaron las aguas à difminuìrfe. Sus fortificaciones ni fon hermofas, ni de grande defenfa, pues todas ellas fe reducen à dos murallas enteramente de tierra, y algunas torres grueffas, y redondas, que flanquean las cortinas. En esta Ciudad fon muy fréquentes los terremotos, y uno que huvo quince años hà fue tan terrible , que affolò todas las cafas, y fepultò en fus ruinas à la mitad de fus habitadores. Sus frutos fon muy abundantes, pero poco fanos, y las aguas malifsimas: los calores excefsivos, y tan corrompido el ayré, que mientras los mefes de Julio, y Agosto, tienen los naturales que abandonar fus cafas, y falirfe al campo à vivir en tiendas, para poner en feguridad fu vida..

El Monafterio de Echmiadzin, en que tiene fu Silla el Patriarca de Armenia, difta poco de Erivàn, y hace con fu cercanìa el principal adorno de efta Ciudad. Como las Iglefias Armenias vàn uniformes en materia de Religion con fu Patriarca,

y con fu Monafterio, fe perfuadieron, defdé luego nueftros Missioneros à que fu converfion dependia principalmente de la del Patriarca.

Con efta perfuafion penfaron en los medios, que ferian conducentes para lograr tener entrada con efte Prelado, y grangearle la voluntad, à fin dé ganarle à èl, y à fu Nacion à la unica, y verdadera Iglefia,que es la deJefu-Christo. Para este fin les pareciò debia fer el primer afylo confeguir el eftablecerse en Erivàn, donde estarìan en proporcion de vifitar à menudo al Patriarca. Los malos ayres de aquella Ciudad, mayormente para los Eftrangeros, no fueron capaces de apartarlos de este defignio, temiendolos mucho menos, que los obftaculos cafi invencibles, que tėnian que véncér pára llegar al fin, pues era menefter lograr primero Letras Patentes del Rey de Perfia para establecerfe en aquella Ciudad, y no tenian credito, ni empeño en la Corte y defpues fe requeria que no hicieffen opoficion el Patriarca, ni los Vertabietos, la qual opoficion era cierta. Sin embar go de todas eftas dificultades, confiando nueftros Mifsioneros en la poderofa proteccion de Dios, echaron mano à la obra. Lo primero que hicieron fue buscar modo de hablar à fu Mageftad Perfiana; mas no pudieron lograr entrada en mucho tiempo. Abriòles en fin camino la Providencia para llegar hafta fu Trono. La ocafion fue la que dirè: La Provincia de Nachiràn, que es una de las principales de la mayor Armenia, tiene muchas poblaciones Catholicas, cuyos habitantes deben à los Padres Dominicos, no folo fu converfion à la Fè de Jefu-Chrifto, fino tambien la ferviente pie

dad, que no ha podido interrumpir, ni entibiar el efpacio de quatrocientos años. Sintiendose eftos Armenios de dia en dia mas oprimidos que nunca de las vexaciones, que recibian de fus enemigos, ò por mejor decir de los enemigos de la Religion, creyeron poder hallar el remedio de fus males en la proteccion de Luis el Grande. Oìan muchas veces decir, que le forzaba fu zelo à extender la Religion Catholica hasta en los Paìfes mas remotos, y defconocidos: y por otra párte no ignoraban la eftimacion, que havia concebido el Rey de Perfia de efte Monarca, de quien la fama publicaba por todas partes tantas maravillas. Eftas confideraciones les hicieron tomar la refolucion de enderezarfé à èl, y el medio fue el que voy à referir.

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Fue por entoncés Monfeñor Francisco Piquet, Obifpo de Cefaropolis, nombrado por la Santa Sede para el Obispado de Babylonia, con la calidad de Vicario Apoftolico, y al mismo tiempo le eligiò Luis XIV. para que fueffe Conful de Francia en Perfia. La opinion, que todos tenian de la fantidad de efte Prelado, junta à fu honor, y dignidad, que le hacian respetable, y venerado en todo el País, fueron otros tantos motivos, que determinaron à los Catholicos de Nachirán à recurrir à èl para que dirigieffe fus humildes sùplicas al Trono del Rey de Francia, y Dios echo la bendicion à tan buena caufa. Diò tanta laftima al Obifpo la miferia extrema à que la dureza, y avaricia de los infieles havian reducido à eftos fieles, y fervorofos Chriftianos, qué escriviò al punto al Padre de la Chaize, que eftè en Gloria, para

que

que interpafieffe fus buenos oficios con el Réy, hãciendofe fu abogado, y protector.

El Padre de la Chaize, que, como Confeffor de fu Mageftad, conocia mejor que nadie las difpoficiones interiores de aquel Gran Principë, le hizo relacion de el Memorial de los Chriftianos Armenios, y de la Carta de fu Conful. No fue menefter mas para intereffar al Rey en fu alivio, y assi tomò defde luego la refolucion de efcrivir en fu favor al Sophì, y al mismo tiempo ordenò à uno de fus Miniftros, que escrivieffe fobre lo mismo al primer Miniftro del Rey de Perfia, acompañando las Cartas con los prefentes, que creyò ferian mas del agrado de fu Mageftad Perfiana. Mandò hacer obras de reforte, quales no se havian visto aùn, no folo en Perfia, mas tampoco en Francia. Eftas fueron unas grandes mueftras como de tres pics de frente, las quales reprefentaban el movimiento ordinario del Sol en el Zodiaco, y el de la Luna, fus eclypfes, el movimiento de los Planetas, y fu conjuncion, y las horas del dia,y de la noche, los mefes, y años, todo en su orden successivo, y -natural. Manteniafe el movimiento continuo de eftas maquinas con unas llaves, que le iban dando cuerda como à nueftros reloxes de pendola.

Obras tan magnificas, y raras debian confiarfe à perfonas, que fupieffen governarlas bien, por lo que afsi ellas, como las Cartas del Rey, fueron encargadas al cuidado de los Padres Longeaux, y Potier, Jefuitas, que eftaban deftinados à la Misfion de Perfia.

Partieron de Paris el dia 15. de Octubre de 1682. y despues de los muchos peligros, y fati

gas,

gas, que fon infeparables de viage tan largo por mar , y tierra, llegaron à Hifpahan, Capital de Perfia, en el mes de Octubre del año figuiente, y justamente en el mifmo dia en que havian falido de Paris el año antes. Luego que llegaron fueron à vifitar al Obispo de Babylonia, y à darle cuenta de fus ordenes, y fueron recibidos de èl con aquel agaffajo, y complacencia, que era propria de fu benignidad, y afecto à nueftra Compañia. Defcanfaron algunos dias los dos Padres Missio neros, y luego pufieron los prefentes en estado de fer ofrecidos à fu Mageftad. Pidiò el Señor Obispo audiencia al Sophì para presentarfelos con las Cartas del Rey fu Amo: y el Sophì, querien do entonces dàr à entender à fus vaffallos la diftincion , que merecia el Embaxador de el Rey de Francia, le diò una magnifica audiència, à à que afsiftieron todos los Grandes Señores de Perfia veftidos con la mas fobervia oftentacion. Recibiò con roftro afable, y placentero de mano del Prelado la Carta del Rey fu Amo, y al tiempo de recibirla hizo un elogio de Luis el Grande, que daba bien à entender la alta idèa, que tenia conce→ bida de efte Gran Monarca. Luego le prefentò el Obifpo los dos Padres Missioneros con los prefen tes que le traìan. Quedòfe affombrado el Sophì al verlos, mandò que los acercaffen para verlos mejor, y examinar los varios movimientos, que daban los muelles à aquellas maquinas, que reprefentaban en ambito tan reducido toda la faz del Cielo. Señalaba à todos los Señores, que tenia al rededor, la delicadeza, y novedad de aquel artificio, defconocido hafta entonces en Perfia. Mez

claba

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