El camino de Paros: (meditaciones y andanzas)

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Editorial Cervantes, 1928 - 240 páginas
 

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Página 47 - Decir las cosas bien, tener en la pluma el don exquisito de la gracia y en el pensamiento la inmaculada linfa de luz donde se bañan las ideas para aparecer hermosas, ¿no es una forma de ser bueno?... La caridad y el amor ¿no pueden demostrarse también concediendo a las almas el beneficio de una hora de abandono en la paz de la palabra bella; la sonrisa de una frase armoniosa; el "beso en la frente...
Página 47 - ... de un pensamiento cincelado; el roce tibio y suave de una imagen que toca con su ala de seda nuestro espíritu? La ternura para el alma del niño está, así como en el calor del regazo, en la voz que le dice cuentos de h'adas; sin los cuales habrá algo de incurablemente yermo en el alma que se forme sin haberlos oído. Pulgarcito es un mensajero de San Vicente de Paúl.
Página 48 - Hablad con ritmo; cuidad de poner la unción de la imagen sobre la idea; respetad la gracia de la forma ¡oh pensadores, sabios, sacerdotes! y creed que aquellos que os digan que la Verdad debe presentarse en apariencias adustas y severas son amigos traidores de la Verdad, MAGNA PATRIA.
Página 66 - Oceánidas, que endulzó el dolor de Prometeo. Con tu salobre aliento vuelves audaz e indómito el ánimo del hombre. A tu lado toda pasión se depura, toda meditación se ennoblece. ¡Salve a ti, titán cerúleo, maestro de almas grandes, inquieto como el pensamiento, amargo como la vida, sencillo como la verdad!
Página 14 - Esplandianes se desvanece como las nieblas heridas por el sol, y lo sustituye el mundo de la naturaleza, redondeado y conquistado por el esfuerzo humano; la América vasta y hermosa sobre todas las ficciones, que con su descubrimiento completa la noción del mundo físico, y con el incentivo de su posesión ofrece el escenario de proezas más inauditas y asombrosas que las aventuras baldías de los caballeros andantes. La filosofía del «Quijote» es, pues, la filosofía de la conquista de América.
Página 12 - No hay otra estatua que la de Cervantes para- simbolizar en América la España del pasado común, la España del sol sin poniente. Los reyes que la abarcaron con su cetro, aun cuando mereciesen alguna vez mármol o bronce, no podrían encarnar jamás en mármol ni bronce americano, porque representan la autoridad de que nos emancipamos y las instituciones que sustiluímos.
Página 146 - Arielizamos» en sobremesa platónica ; recordamos largamente la América lejana y querida, y les oigo, con íntimo deleite, sobre aquel fondo de grandezas muertas, levantar los castillos de las tierras del porvenir».
Página 15 - ... donde el jovial espíritu del Renacimiento dirige sobre los últimos vestigios de un ideal moribundo, las mortales saetas de la ironía. América nació para que muriese don Quijote; o mejor para hacerle renacer entero de razón y de fuerzas, incorporando a su valor magnánimo ya su imaginación heroica, el objetivo real, la aptitud de la acción conjunta y solidaria y el dominio de los medios proporcionados a sus fines.
Página 81 - He aquí que descubro mi apellido en la muestra de una casa de comercio, y por vez primera aprendo a pronunciarlo bien... Parece ser, según me explica concienzuda y prolijamente mi homónimo que, en buena prosodia de esta lengua, la primera o no suena como la clara y neta vocal castellana, sino de una manera que participaría de la oy de la u.
Página 16 - Quijote» tiene por complemento afirmativo la grande empresa de España, que es la conquista de América. Así, al figurar una viva oposición de ideales, dejó escrita ese libro la epopeya de la civilización española, deteniendo, como hechizada, en el vuelo del tiempo, la hora culminante en que aquella civilización llega a su plenitud y da de sí nuevas tierras y nuevos pueblos.

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